El Gobierno federal busca ganar tiempo para armar una estrategia que le permita lograr una adecuada negociación para cerrar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, señalan especialistas.
En enero, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México reportó la liquidación de 10 de los 450 contratos del proyecto, pero también aclaró que se habían entregado suspensiones.
Rogelio Rodríguez, abogado de la UNAM, resalta que estas suspensiones no son jurídicamente recomendables porque tiene un costo, ya que los gastos generados por las empresas, como pago de sueldos, durante el tiempo que dure la medida, serán imputables al Gobierno.